LA AMISTAD

          Hay palabras, que se emplean con tal profusión que hacen que éstas pierdan su sentido original.

          Y una de ellas es la amistad. ¡Amigas... amigos! , confundiendo lo ligero con lo profundo. Sin distinciones, con lo que se degrada el sentido especial.

          Son los momentos  puntuales los que te hacen sentir la diferencia. Los que nos permiten calibrar en toda su magnitud el sentido "amigo".

          La vida cotidiana nos diluye aparentemente los sentimientos. Como haciendo que lo especial se transforme en normal. Son los acontecimientos dramáticos los que te muestran lo que para tu interior significa esa palabra.

          Y una circunstancia inesperada me permitió valorar a mi mejor amigo, Tony; mi hermano, mi compañero de infancia, de despertar a la adolescencia con los primeros escarceos con las jovencitas, nuestros trabajos de aprendices en la tienda de calzados tu y farmácia yo; tan distintos, tan opuestos pero tan inseparables.

          Si, chaval, hablo de ti Tony, mi amigo,  Nos conocemos desde los primeros años de colegio, compañeros de estudio y de dominó y futbolín en tu casa, compartiendo tantas historias, tantas novias, tantos problemas ...

         Nuestra amistad, a veces intermitente  debido a circunstancias de trabajo, de permanencia en el extranjero, recuerdas ... tu en Holanda... yo en Bélgica, siempre tenía un reencuentro, como los muelles.

         Amigos de familia, de travesuras (muchas mas las mías), de quita novias (perdona por mi intromisión con la "pechitos", la cotufera de California, la de Barrachina,  Maria Luisa, las hermanas holandesas en El Saler ...), queriendo echar a un lado, no por carentes de importancia si no por todo lo contrario, las pérdidas habidas en nuestras familias que ambos sufrimos con dolor.

          La pasada semana, el Washapp  notificándome tu infarto en tierras andaluzas, la falta de noticias al respecto desde ese momento, hasta tu nuevo contacto, me hizo revisar nuestra amistad. Como un análisis interno. Y me di cuenta de lo mucho que te aprecio, de lo mucho que hemos confiado uno en el otro, de tus valores hacia tu familia, tus hijos, tu trabajo, ... y tantos conceptos mas que a pesar de ser tan diferentes en nuestra manera de pensar y vivir han estrechado nuestros vínculos de amistad hasta lo mas. Y aprovecho para disculparme por mis opiniones tan analíticas sobre situaciones que solo a ti te corresponde decidir. Por tratar tus reacciones como si tuvieses que actuar como si fuese yo, inflexible y a veces poco realista en mis comentarios. Perdona, amigo, perdona Tony!.

          Pero lo cierto es que tu urgencia médica me ha permitido valorar mas de ... nosecuantísimos años de amistad. Sin intereses cruzados, sin envidias, sin rencores. Amistad pura y sencilla, que destaca por encima de cualquier otra. Esos muellecitos en tus coronarias permitirán que perdure la nobleza de dichos sentimientos en el tiempo, y que tu recién estrenado "abuelismo" junto a las partiditas de dominó sean entre otros motivos de disfrute común.

          Chaval, cuentas conmigo para cualquier ayuda que se pueda presentar.

          Esta es mi ventana y desde ella te valoro públicamente.


          Roberto