Carlos un anestesista llega a un pueblo, Oropesa del mar, alejándose de la ciudad, la rutina cotidiana, el trabajo y de sus miedos arquitectónicos decide apartarse de todo para comenzar a escribir un libro la sombra del escritor nocturno, después de dos días en un hotel decide alquilar un viejo bungalow cerca del campo santo a las afueras del pueblo. Rodeado de la naturaleza parecía una magnifica estancia, una vida aparentemente normal y tranquila.
Se compra una vieja maquina de escribir pero en varios días parece molestarle el ruido de las teclas y comenzó a escribir a mano lo que aun estaba por desatarse, empezó a notar que su letra cambiaba con el paso de los días
sentía rarezas y curiosidad por sus escritos, aparte de sentir una inmensa soledad, una angustia en su ser que apenas le dejaba dormir, pronto empezó a darse cuenta que sus costumbres ya no eran las mismas, la casa era demasiado pequeña y aun así le sobraba media casa, dormía por el día y en la noche escribía, llevaba días ojeando a distancias una hoz y un viejo abrigo muy largo de un verde tan oscuro como la esperanza muerta en un día de otoño que se hallaban por curiosidad en un armario de la casa cuando se probo el abrigo sintió una fuerza incomprensible correr por sus venas como si estuviera quemando adrenalina, se sentía tan seguro que el viejo abrigo era como una pantalla para sus escritos hasta que una de las noches salio con desesperación a buscar secuencias para próximos capítulos embriagado por el perfume femenino que parecía perturbar sus facultades mentales jugó con el engaño para conquistar a la joven Judith hasta llevarla a casa, la seducción fue totalitaria al mezclar el alcohol en sangre de su primera victima que ignoraba en todo momento que Carlos fuese a cometer locura alguna.
sentía rarezas y curiosidad por sus escritos, aparte de sentir una inmensa soledad, una angustia en su ser que apenas le dejaba dormir, pronto empezó a darse cuenta que sus costumbres ya no eran las mismas, la casa era demasiado pequeña y aun así le sobraba media casa, dormía por el día y en la noche escribía, llevaba días ojeando a distancias una hoz y un viejo abrigo muy largo de un verde tan oscuro como la esperanza muerta en un día de otoño que se hallaban por curiosidad en un armario de la casa cuando se probo el abrigo sintió una fuerza incomprensible correr por sus venas como si estuviera quemando adrenalina, se sentía tan seguro que el viejo abrigo era como una pantalla para sus escritos hasta que una de las noches salio con desesperación a buscar secuencias para próximos capítulos embriagado por el perfume femenino que parecía perturbar sus facultades mentales jugó con el engaño para conquistar a la joven Judith hasta llevarla a casa, la seducción fue totalitaria al mezclar el alcohol en sangre de su primera victima que ignoraba en todo momento que Carlos fuese a cometer locura alguna.
Al fondo una melodía flotaba en el ambiente Giuseppe Tartini El trino del diablo mientras Carlos marchó a la otra habitación Judith totalmente ebria tumbada en el sofá de su muerte esperando ingenuamente la llegada a destiempo de Carlos cuando noto un pañuelo impregnado de cloroformo presionando su boca mientras un errado intento del grito quedo desvanecido en el ambiente en una lucha derrotada entre la victima y el asesino, mientras Carlos cortaba la yugular con la hoz en mano, volvió en sí extasiado por su acto fatídico comenzó a sudar y ha decir en alto ¡que hecho Dios mio! y bajo un suspiro susurrando entre dientes ¡cual tal locura he desatado que bestia interior poseo que la niña con ojos de mar y cara de inocente con su vida haya terminado! por momentos hubo una pausa en el tiempo mientras él comenzaba tranquilamente un nuevo capitulo en el cual calculaba su estrategia para desprenderse de su cuerpo.
Terminando el capitulo soltó su vieja pluma estilográfica del siglo XX cogió de nuevo la hoz y empezó a amputar con mucho sigilo cada miembro del cuerpo de Judith dentro de la bañera ya había escrito en el capitulo donde enterrar el cuerpo de la victima cerca su casa justamente en el mejor sitio para enterrar a los muertos en el propio cementerio. Aprovechó la hora más fría de la noche bajo un cuarto menguante entre las 4:00 y las 5:00 de la madrugada echo en varios sacos de basura el cuerpo de judiht.
Cargado con mucho sigilo fue caminando entre las sombras de las lechuzas que posaban en almendros y cipreses,el aire parecía acompañarle y comenzó a levantar el polvo de la tierra con sus soplidos acercando y uniéndose a un bajo sonido la melodía de Giuseppe que a distancia se veía la luz de la ventana como si fuese el mismo ojo del diablo observando con quietud cada movimiento de Carlos.
Cuando logró asaltar el campo santo no dudo en escoger bien la tumba para profanar el descanso del muerto, a sangre fría apartaba los huesos y cuando acabo de de introducir el cuerpo de Judith, cuando estaba apunto de marcharse se cercioraba a que nombre estaba la tumba "Ernesto Kraus"Carlos a media voz exclama: " ¡Ya no te sentirás tan solo al menos ahora tienes compañía! alejándose, salto de nuevo el muro, esta vez de vació con forme se iba acercándose a la casa otra melodía lo esperaba la marcha fúnebre de Chopin Carlos comenzó a sudar a pesar del frío, llego a casa bajó el volumen de la música, se metió en la ducha y al salir descorcho una botella de Matusalem encendió unas velas y apago la luz y ebrio esperaba el amanecer para dar el día por terminado y el capitulo también.
¿Sera alguna energía paranormal de la casa la que incite a Carlos?
¿Sera esquizofrenia la que le impulsa a llevar a cabo su locura?
¿que se esconde detrás de Carlos?
¿Quieres saberlo?
Habrá más...
En el próximo capitulo.
¿Sera alguna energía paranormal de la casa la que incite a Carlos?
¿Sera esquizofrenia la que le impulsa a llevar a cabo su locura?
¿que se esconde detrás de Carlos?
¿Quieres saberlo?
Habrá más...
En el próximo capitulo.
Manuel Méndez
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